Apuntes sobre la vida de Guillermo Rovirosa

Rovirosa y don Tomás

Don Tomás Malagón y Guillermo Rovirosa,  el teólogo y el técnico, el alma de la HOAC de los años 1950,  dos genios entregados a
Jesucristo,
su Iglesia
y los pobres;
y a nada más.

Ante la responsabilidad apostólica laical

El desde el principio soñó con la responsabilidad apostólica laical asociada en razón de la evangelización de los pobres.

Así en mayo de 1946 sería el hombre providencial que promueva la Hermandad Obrera de Acción Católica, HOAC que tendería los puentes entre la Iglesia y la clase obrera, la mayoría de sus miembros conversos procedentes de organizaciones anarcosindicalistas, comunistas y socialistas.

El en la HOAC volcará su vida. Veía como un mal la burocracia oponiéndose a ella con uñas y dientes. Idearía la forma de vivir y al mismo tiempo estar disponible para la labor apostólica así recorrería muchas veces toda España viajando siempre en tercera, alojándose y viviendo como pobre entre los pobres, viviendo lo que decía, encendiendo entusiasmo. Sin acuerdos ni asambleas, sin pedir la solidaridad de nadie. Sintió que había que hacerlo y lo hizo. Mostrando así que el militante no es que el crea problemas sino es el hombre sin problemas.

Expulsado de la HOAC pondrá junto a otros militantes la editorial ZYX, que para él será la HOAC real. Es la hora de la adultez, la hora de asumir nosotros la responsabilidad. Y aquí muere.

El gran paso apostólico que él soñó primero se le prohibiría, después cuando en ZYX dispone de la organización capaz de dar el paso de los sectores, el señor se lo llevaría. Estaba maduro y muere, dejándonos su vida.

El movimiento que hoy se plantea el tema de los sectores tenemos honestidad moral con él de ser conscientes de que se pone en nuestras manos lo que él no pudo realizar.