PRESENTACIÓN:

Guillermo Rovirosa escribió estos textos como artículos para el “Boletín de Militantes” de la HOAC entre 1947 y 1963. fueron recopilados y ordenados por don Tomás Malagón, tras el fallecimiento del autor.

La España de esta época era Tercer Mundo; su geografía se sembró de sanatorios antituberculosos, fue muy alto el porcentaje de familias obreras donde entró esta enfermedad como consecuencia del hambre. Los porcentajes de ignorancia y hasta de analfabetismo no eran pequeños, hasta el punto de que los primeros, si se tiene en cuenta la definición de analfabeto que daba la revista de la UNESCO hace 30 años -“el que no dispone de los conocimientos necesarios para una relación normal con la cultura de su época”- se unen ignorancia y analfabetismo. Salarialmente los obreros disfrutábamos salarios de hambre; en 1946, el que escribe esta presentación cobraba 35 pesetas por 60 horas de trabajo semanales, aunque la legislación dijera otra cosa, nunca funcionó ni funciona debidamente la inspección de trabajo después de nuestra Guerra Civil. Las emigraciones interiores, especialmente del Sur y Oeste de España hacia el Norte, Este y Centro, afectaron a millones de españoles, se llenaron de barriadas de “favelas” los cinturones de las grandes ciudades españolas y de sus comarcas industriales y vivir debajo de los puentes no era excepción. España era Tercer Mundo aunque los listos de hoy sobre este tema lo silencien para doctorar ellos y silenciar a los millones de españoles de aquella época que aún vivimos. Como consecuencia clave, la clase obrera éramos pobres, al menos, las 3/4 partes de la misma. Es para esa clase obrera pobre para quién escribió Guillermo Rovirosa. ¿Es ésta la causa del silencio que ha caído sobre él hasta en Cataluña?.

 Cuantas veces a lo largo de estas páginas Rovirosa habla de la clase obrera está hablando de pobres. En cierta ocasión le visitaba, en Montserrat, un grupo universitario de extrema izquierda para proponerle el lanzamiento de un partido revolucionario. Todo lo tenían previsto menos el protagonismo obrero. Se lo explicaron durante horas. La respuesta fue muy breve: “Siempre estaré donde los pobres protagonicen su vida, nunca donde no se les permita hacerlo”. Concluyó la entrevista.

Nos alegra hoy la publicación de estas páginas. VOZ DE LOS SIN VOZ ha colaborado decisivamente a que las nuevas generaciones conozcan a este excepcional militante cristiano pobre e investigador y con ello nos sentimos compensados sobreabundantemente. Tenemos la seguridad práctica del bien que está causando en grupos juveniles el pensamiento de este laico santo y estimamos que lo seguirá haciendo.

Título:
MILITANTES CRISTIANOS POBRES.
Sección:
Cultura
Autor:
Guillermo Rovirosa
Colaboración Económica:
0,75 €
Edita:
Voz de los sin Voz


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