Apuntes sobre la vida de Guillermo Rovirosa
Imagen de Rovirosa hablando durante un curso

El valor fundamental de la humanidad es la persona humana y es positivo cuanto tiende a desarrollar su personalidad, basada en su dignidad y su libertad, en la justicia y en la verdad.

Es negativo todo mito (Estado, raza, prestigio nacional, partido, clan, riqueza, casta, imperio) que para sostenerse necesita víctimas humanas, sacrificándoles a veces la vida física, o su dignidad, o su libertad, o sus posibilidades de perfeccionarse.

Guillermo Rovirosa

Rovirosa con amigos en un curso

Todos sabemos que en los últimos cuarenta años los países llamados civilizados se han esforzado por establecer leyes («letra») que moderen aspectos de injusticia, y hay que reconocer que se ha logrado bastante. Pero el sistema sigue siendo el mismo… No se trata por consiguiente de corregir lo existente, dejando intacta su raíz, sino de cambiar el sistema.

Guillermo Rovirosa

Creyó en la transformación del mundo

Por último, él fue consciente de que el apostolado laico transformaría al mundo. Vivió ese ideal con toda seriedad. Para él, el gran desafío evangelizador era evangelizar a los adultos, sin que eso supusiera ningún menosprecio a los jóvenes. “El joven es el aprendiz de la vida, el adulto es el que hace la vida”.

Nos dejó en ese sueño que lo prohibió la jerarquía de la Iglesia en el que él había puesto todo su ser: la concepción del militante. El hombre con capacidad asociada de transformar el mundo. Son sus escritos sobre los VINCULADOS, los que vinculan su vida a la acción evangelizadora y la vinculan sin condiciones. “Y no tendrán sueldo ni tendrán casa… y consagrarán su vida a esa acción sin derecho de opinión, simplemente creerán en Dios. Y porque creen en El trabajarán para Dios todo lo que sea necesario hasta entregar la vida.” Pero eso no estaba en el Código de Derecho Canónigo, le diría el cardenal Pla, y por tanto no cabía. A partir de ese momento no volvió a hablar de ello, pero lo guardó en su corazón, en esa HOAC real, en esa asociación militante laica de producir hombres y mujeres que consagren sin condiciones y sin esperar en nada más que de la solidaridad de la amistad de los hermanos cuando los hermanos quieran, jamás pedirlo o plantearlo. La sensibilidad de la fraternidad de los hermanos se manifieste en que con capaces de captar eso. Y ellos te darán el pedazo de pan que necesitas, el vestido y el techo. Tampoco lo pudo ver realizado, a pesar de que tuvo el ofrecimiento de 70 jóvenes para ello.

Y en esa transformación del mundo, por una parte el hombre capaz de hacer la transformación, por otra parte, la asociación para la transformación, eso eran los SECTORES.

¿Qué hubiera sido de la historia actual de España, si por los 50 a Rovirosa no se le hubiera prohibido poner en marcha los sectores?

Rovirosa planteaba como instrumento asociativo de los pobres los sectores. Y como hombre capaz de responder a las exigencias militantes de los débiles los vinculados. El hombre y la mujer sin derechos más vincularse. El hombre y la mujer sin problemas, capaces de responder los problemas de los hombres. Y para esto es necesario prescindir de los propios problemas, descubrir que son pequeños y pocos. Que se resuelven sencillamente metiendo en nuestra vida los grandes problemas de los hermanos. Desde ahí es posible tener esperanza a los grandes problemas de hoy. Y no tener esperanzas a través de voluntariados y de ONG´s burguesas y paternalistas camufladotas de la canallada del imperialismo es una estupidez. La esperanza cristiana es Cristo y Cristo crucificado actuando en la historia desde los últimos. No podemos explicarnos que de los últimos años de la evangelización americana no se haya producido ningún militante. No podemos explicárnoslo. Anteriormente la mentalidad era otra, pero en los últimos 50 años de la humanidad estaba claro que la liberación de los pobres era de los pobres mismo o se quedaba sin hacer. Y no se ha puesto las manos en el arado. Se ha seguido en la unión de este y el otro de minoría selectas para dirigir a los pobres, sin salir ningún militante. Salen hombre y mujeres permanentemente dependientes.

Rovirosa fue extraordinariamente exigente consigo mismo, como extraordinariamente comprensivo a plano personal de todos los que le rodearon. Y una vez más la fidelidad al ideal nos hacía caer. Es una de las cosas finas del espíritu de Dios actuando en el hombre, llegar a esa delicadeza a esa sensibilidad de Amor al hermano. Ser extraordinariamente exigente, negándose a sí mismo y en todo y comprensivo con el militante que una y otra vez caían en la fidelidad al ideal y en la mundanidad y en los criterios del mundo. Ser radical consigo mismo y comprensivo con el hermano, que por inmadurez una y otra vez caían una y otra vez en los criterios mundanos.

Traspasó en el seguimiento de Cristo con su entrega incondicional y con su vivencia de Fe la noche oscura de nuestra sociedad. De nuestra sociedad sin solución entre un cristianismo burgués materialista y un marxismo antiDios creyó en el mundo nuevo partiendo de la acción asociada de las plataformas que los enamorados de Jesús serían capaces de construir en el mundo. Y ello le llevó a una vida de felicidad y alegría desde los últimos. Esta es la gran lección que necesitamos en nuestro tiempo la gran referencia para nuestra vida, no busquemos la alegría y el bien de los hermanos por otro camino, como Jesús lo hizo desde abajo. Para que no nos cupiera duda a ninguno de que el enamorado de Jesús, el converso cristiano puede ser hoy testimonio de esperanza en un mundo de esperanza. Para la multitud de millones de hermanos que padecen el aplastamiento de sus vidas.

La forma de vivir de Rovirosa desde la espiritualidad de encarnación es la respuesta adecuada para que los pobres de la tierra tengan promoción y no tiranías paternalistas.